martes, 13 de noviembre de 2012

Las aventuras de Enrico Feynman (parte 3):

Continuación de las aventuras de Enrico Feynman:

Tras cargarme a los Yótum, una sombra apareció, con aspecto de loco, vestido con una bata y una bufanda enorme. Tenía el pelo de punta y unas gafas de aviador. Le acompañaba un chico de unos 18 años con el pelo rojo como el fuego y un mono que le cubría todo el cuerpo menos la cara, una cara de enfado enorme. Además, estaban junto a un elemental gigante recubierto de una sustancia amarillenta.

-No me gusta que haya tropas por aquí- dijo.- Kei, acaba con el.

-Lo que usted diga, padre- respondió el chico.- Kaien level 2.

Lanzó una llamarada, que paré gracias a un fortuito escudo de Uranio (level 1). Contraataqué.

-Nukebomb level 2.

La explosión envolvió el sitio donde estaba, pero súbitamente abrió un portal de sombra.

-Guadaña mortal Level 3- dijo sacando una guadaña.

Me daba tiempo a parar el golpe, y lo conseguí.

-Espada fisible Level 3- dije sacando una espada, que se tornó verde brillante.

Tras unos minutos de esgrima elemental, llegaron unos jóvenes de no más de 18 años. Eran el hijo del guardián, una elemental de agua ataviada con un chubasquero y un paraguas, un joven rubio vestido con una camiseta amarilla y unos vaqueros, un elemental de sombra vestido completamente de negro, y un elemental de virus ataviado con una bata de laboratorio pequeña y que recordaba vagamente al uniforme de la División Blanca.

-Chicos, este no es sitio donde debáis estar- dijo uno de mis hombres.

-Soldado, ahora mismo hay cosas más importantes que hacer- dije yo.- Traiga a todos los refuerzos disponibles.

Continuábamos con el combate y Kei parecía duro de roer. Aunque no era muy fuerte, era ágil y podía utilizar dos elementos a la vez. Su capacidad para abrir portales impedía mi ataque de level 2 y su kaien era parado por mi transformación en Uranio. Pronto se alzaron unas majestuosas llamas rojas y verdes, amarillas y naranjas, que indicaban que se trataba de un combate importante.

Kei me atacaba con fuego y sombras, en una combinación que nunca había visto. Sin embargo, estaba en Nukeman, de level 1, y no podía acercarse sin daños.

-No entiendo cómo es que Kei no le está haciendo apenas daños- dijo Zap.

-Creo que sé de qué se trata- respondió Matarratas.- Recuerdas en física cuando nos dieron la radiactividad y la semidesintegración, ¿no? El Uranio es radiactivo y además fisible, y este elemental de Uranio está usando su poder, obteniendo mucha energía de la fisión nuclear y dañando en el cuerpo a cuerpo a Kei.

Al cabo de un rato, cuando Kei comenzaba a cansarse y se le nubló la vista, decidí atacar:

-Nukebomb level 2.

No le dio tiempo a escapar esta vez, sino que fue consumido por la explosión y quedó muerto por la onda expansiva, el calor y la radiación.

-Volveré, no creáis que no- dijo el científico.- Algún día me apoderaré de todo el reino.

De pronto, se oyó algo desde donde estaban los chavales.

-Pandemia level 2- dijo el de virus.

De pronto, una nube de virus envolvió al científico chiflado, que quedó moribundo. Me volví hacia ellos.

-¿Qué estáis haciendo aquí?- dije.

-Se lo resumiré- dijo el hijo del guardián.- Ya habíamos luchado contra ellos antes, y sabíamos que vendrían. Los estábamos esperando para destruirlos, pero ya lo hiciste tú.

-La próxima vez, llamad antes al ejército, que para eso estamos. Me llamo Enrico Feynman y soy elemental de...

-Uranio- me cortó el elemental de virus.- Lo sé. Soy Matarratas Rattengift, elemental de virus.

-¿Rattengift?- pregunté yo.- ¿Tienes alguna relación con Sebastián Rattengift?

-Era mi abuelo- dijo.

-Bueno, tenéis que iros- dije yo.- Vamos a cercar la zona hasta que la radiación se haya ido. ¡Wehrner!

-¿Sí, señor?- dijo el soldado.

-Trae un equipo que acordone la zona hasta nuevo aviso- respondí.- Tengo que hablar con el guardián.


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